Prosico
abstracta en mi panegirico.
Se lo que
hicisteis ayer mientras soñabas conmigo, creyéndose él, que era con él, sin
imaginar, que era siempre yo y sólo yo, el que estuvo contigo.
Es el amor que palpita, el que me hace ser una ermita, el ojo que en la cerradura se precipita, tu despertar.
Inaudito es el sonido de mi pecho, volátil el sueño de mi locura, el rastrojo de mi premura, la sonrisa herida al vertebrar unos labios de hielo, que rezuman carne y cielo, verbo y deseo, vuelvo de un regreso que es destilo, ranura de espino, cariño la del triste tilo, que me dice que no, que no es alegría el amanecer, que es el destino quien es vilo, nunca yo y jamás vos .
Barreras que en la noche son luz incandescente, romero en flor, alma inapetente, sargantana del pálido lirio de cal pendiente, si fuera ese instrumento, el del negro jumento, que me reduce a agonia y dolor, a inaudita la colocación del puerto de mi corazón, hoy allí y mañana en el malecón, espuma de rama desconcertada, muere por mi que yo ya no puedo morir sin el confín de mi eternidad .
Palmera de distancia, calamidad espiada por la noche de un torrente sin agua, de ese mar sin puerto, de un canal sin sueño, de la espada entrada en la comisura de un rato, el momento que hace que sea por derecho el beso del desfiladero que forman tus pechos al aparecer, balance de sortilegio y soltura, cartílago de prenda, martillo de sangre entera, desparpajo con esplicita hondura, pomo se azucenas, hiedra viva, la que corre libre por mis venas, mansión certera..
Mis jardines lloran por tu rosa, ¡ ay niña que despacio te miro, cuanta noche hay en mis versos, cuanto dolor en tu pecho, cuanta herida abierta en mis labios, en mis sueños, en mi orgullo y tu mundo.
Es el amor que palpita, el que me hace ser una ermita, el ojo que en la cerradura se precipita, tu despertar.
Inaudito es el sonido de mi pecho, volátil el sueño de mi locura, el rastrojo de mi premura, la sonrisa herida al vertebrar unos labios de hielo, que rezuman carne y cielo, verbo y deseo, vuelvo de un regreso que es destilo, ranura de espino, cariño la del triste tilo, que me dice que no, que no es alegría el amanecer, que es el destino quien es vilo, nunca yo y jamás vos .
Barreras que en la noche son luz incandescente, romero en flor, alma inapetente, sargantana del pálido lirio de cal pendiente, si fuera ese instrumento, el del negro jumento, que me reduce a agonia y dolor, a inaudita la colocación del puerto de mi corazón, hoy allí y mañana en el malecón, espuma de rama desconcertada, muere por mi que yo ya no puedo morir sin el confín de mi eternidad .
Palmera de distancia, calamidad espiada por la noche de un torrente sin agua, de ese mar sin puerto, de un canal sin sueño, de la espada entrada en la comisura de un rato, el momento que hace que sea por derecho el beso del desfiladero que forman tus pechos al aparecer, balance de sortilegio y soltura, cartílago de prenda, martillo de sangre entera, desparpajo con esplicita hondura, pomo se azucenas, hiedra viva, la que corre libre por mis venas, mansión certera..
Mis jardines lloran por tu rosa, ¡ ay niña que despacio te miro, cuanta noche hay en mis versos, cuanto dolor en tu pecho, cuanta herida abierta en mis labios, en mis sueños, en mi orgullo y tu mundo.
Ambar de
tambor, presas de ración azul, margaritas sin petalos desnudas como el caballo
de niebla, prosicos abstractos espían el lado oscuro de tu metal que rezuma sal
y lomo, casa y trono, pedestal de rojo salón, virutas de amor se esparcen en tu
corazón apesadumbrado y sin señales ni respuestas espero ser por un momento tu
validar, el rayo que amenaza a tu flor, el rocio que escarcha piedras en la
lluvia de tu aparición, mares se levantan a tu alrededor mientras yo soy dos,
tu pieza de candor, yo sarto de pasión,, predicaciones y pormenores, bruces y
perdones, rencores de la edad mayor en la salida de un nuevo sol, perpendicular
extraña quema a mi entraña, mi lucida expresión, un dia me definí en distinto y
dolor, azucena de viento y verso de color, amarildo es mi beso y sonrisa es mi
desenfreno mi expandir. Un dia cuando amanezca de nuevo la mareada esmeralda,
el sortilegio amenazado, la mentira de una sotana de diario, el reto
permanecido en el rododendro de mi espeto, es en el espejo donde hallaras el
cruento seto, ese que requebraja la carne del tormento, el mundo suelto de un
momento, la variante de ser un mero esmero, un calidescopio de parar.
¡Ay que
fuerte es el punzón que me has clavado en el corazón, !Ay azalea desnuda, !Ay
forma pura, !Ay rosa oscura ! Y fué en la cuna del poeta donde me negaste tres
veces, como a él, tres noches, como a él, tres renuncios, como a él, donde
entre tres anuncios, violaste mi derramar, nada será distinto ni igual, la
noche será un broche y el dia será un derroche sin par, soy el latino con
castigo, el valentino, el latigo del lupanar, el sueño que nunca tuvieron
ellos, el trecho que aún les queda por andar, verán mis ojos en sus sueños y
seré cien en uno, muerte y palidez y cuando crean que nada es más seguro que su
bendición, seré lo que que tengo que ser, el paria de un mundo que es silencio
y dolor y es allí donde me verán también en tres veces tres, entre capas negras
y versos de verdad, amapolas de sueño y uvas envueltas en tinieblas soñaran con
ser pimpinelas de tisú y pedrería, maravilla de maravillas, pompones de galería
y entre el sonido sordo de la soledad, ahito de vueltas y herido de amor, verán
lo que nunca imaginaron observar, como soy luz de tormenta, hilo de marioneta,
cristal de probeta y ellos en tanto sólo fueran, enjundio vivo, amargura
suelta, verso de poeta, mi ferocidad .
Miré sin querer dentro del silencio, correteaba el sueño de Esperanza por su sonido............ y sólo tu eres el soneto a mi verdad y yo, sólo soledad.